BORIS SCHOEMANN, dirige Tom en la
Granja, de Michel Marc Bouchard.
Llegarle está en chino.
Texto
y fotos: Salvador Perches Galván.
Luego de su exitosa temporada de
estreno en el Teatro Santa Catarina de la UNAM, Tom en la granja, obra del quebequense Michel Marc Bouchard, se
muda por solo 12 funciones al Teatro Sergio Magaña, del Sistema de Teatros del
Gobierno del D. F., platicamos con Boris Schoemann, responsable de la puesta en
escena y esta es la entrevista:
S. P. G. Boris, afortunadamente
sigue este idilio artístico-creativo entre tú y Michel Marc Bouchard.
B. S. Así es, es la 4ª obra de este
maravilloso autor quebequense que montamos aquí en México, empecé en el 2000
con Los endebles, o la repetición de un
drama romántico, en 2001 monte El
camino de los pasos peligrosos, ambas obras se presentaron en La Capilla y
en distintos foros, hicieron muchas giras en toda la República Mexicana y luego
en el 2003 monté La historia de la oca,
que es la única obra que Michel Marc tiene para niños. Somos muy amigos y
obviamente seguí leyendo todos sus textos con mucho interés y me compartió el
proceso de escritura de Tom, vi como
iba cambiando la obra, como iba modificándose, como el mismo autor se censuraba
de chistes muy buenos, pero, ahora que ya monté la obra y que ya está el
resultado, entiendo porque quitó todos esos chistes tan buenos y los quitó para
que nos quedemos realmente en lo fuerte del drama que está sucediendo a Tom.
Veo una dramaturgia de una madurez
absoluta, veo un autor en pleno conocimiento del escenario, del público, de los
recursos dramático-cómicos dentro del teatro, por eso esta obra es tan extraña
y me llamó la atención muchísimo, desde que la leí me fascinó, le dije es tu mejor obra. Difícil decir esto a
alguien, porque además sus obras me fascinan, Los endebles, El camino, Las musas huérfanas, son bellísimas obras
pero esta tiene un nivel de dificultad mucho mayor y eso fue lo que me atrajo.
Llegarle está en chino.
S. P. G., ¿cómo cambia la percepción
de la obra entre el texto y la puesta en escena, que, además, es tuya?, ¿Qué
diferencias hay?
B. S. Apenas estoy descubriéndola
porque no sabía cómo iba a reaccionar el público, pasado el estreno me dije:
tengo razón, es una comedia negra y está montada como una comedia negra, pero no
es evidente. Cuando la lees te puedes ir al melodrama, te puedes ir a la
tragedia, te puedes ir a lo que quieras, a la farsa burda o a la comedia
pastelosa espantosísima. Todo el final con Sara es tan divertido, pero tiene
que quedar verosímil, entonces es la delgada línea en la cual estamos, que
vuelve tan interesante la obra porque el público está a la expectativa de que
puede pasar, podría dar un giro hacía lo negro, hacía lo cómico y no sabemos
nunca en que estamos.
S. P. G. Lo sórdido también está presente,
que podría conducirla a la nota roja.
B. S. También, es muy difícil
manejar un tono sórdido, Jorge Ballina nos propuso, desde la escenografía, un
espacio muy sugestivo, muy sobrio, que se vuelve sórdido en algunos momentos y
creo que apoya mucho toda esta puesta en escena.
S. P. G. Muy versátil la
escenografía de Ballina.
B. S. También, como siempre lo es
Jorge Ballina con muchos inventos escenográficos muy prácticos.
S. P. G. Es muy lúdico, muy
creativo, muy incluyente, creo que esa es la esencia del teatro y lo hace a uno
viajar por todos lados
B. S. La obra habla de la mentira y
el teatro es la más bella mentira del mundo, entonces estamos en el teatro
dentro del teatro, la mentira dentro de la mentira para llegar a la verdad, que
es lo que nos interesa.
S. P. G. La obra va dando pistas
falsas, en algún momento se piensa que habrá final feliz, en términos
románticos entro algunos de los personajes…
B. S. …¿para qué?, que hubiera un
final feliz sería destrozar completamente la obra, y es lo que el autor te pone
en el programa de mano, que pensó en varios finales felices, pero moralmente no
podía terminar con un final feliz en esta obra. Y tiene un final muy extraño,
muy sorpresivo, de hecho el de esta obra.
S. P. G. La obra no es nada
complaciente y nada predecible.
B. S. Pues que chiste, si sabes que
es lo que va a pasar desde un principio. Es un género, es la tragedia, que
sabes que algo va a pasar pero no sabes qué y buscas detenerlo pero sabes que
algo va a pasar de todos modos y eso es parte de la tragedia. Esta obra, en
parte es una tragedia pero también es una excelente comedia, entonces abarca
muchos tonos distintos, muchos lenguajes, géneros, que ya están muy mezclados
en la dramaturgia contemporánea, ya los autores se sirven de muchos lenguajes
para eso.
S. P. G. Hay una frase en la obra
que es contundente: “Prestar el oído al sufrimiento amoroso”…
B. S. …se puede todo, algo, algún
día. De eso se trata, buscar tocarse, buscar escucharse, y cuando uno está en
esa situación es que entonces hemos vivido, efectivamente pasaron cosas muy
extrañas que uno nunca haría, entonces el estar en esta situación ¿a qué te va
a llevar?, y creo que todos pueden reconocerse con algunos comportamientos que
hemos tenido, y es una reflexión finalmente sobre la tolerancia, como todas las
obras de Michel Marc, sobre la violencia, sobre el amor, porque todas las obras
de Bouchard hablan de amor, si no hubiera amor no hubiera obra en este caso.
S. P. G. Por supuesto que tu puesta
en escena es totalmente original para México, ¿de donde surgen todas estas
imágenes?.
B. S. Claro, hubo una puesta en
Montreal, que ni quise verla. Las imágenes surgen del trabajo del texto, de
pasar las escenas, de trabajar con los actores, luego llega un escenógrafo que
te escucha, de los actores que ven como estás trabajando. Yo estaba aquí con
una mesita y tres sillas y a partir de ahí Jorge inventó todo esto, para
volverlo cuarto, para volverlo todas las imágenes que vemos y aparte cuando
llegó Jorge para mí fue jugar con el juguetito que me proponía el escenógrafo y
armar los distintos espacios a partir de esta propuesta tan sugestiva. Pero no,
es dejar que las cosas caigan, que sucedan, no forzarlas, no sobreactuarlas.
Las actuaciones están medio planas
en esta obra, medio crudas, porque un poquito más interpretadas yo creo que
caeríamos en lo inverosímil y en el pastelazo absoluto, o en la comedia
demasiado pirada pero no habría emoción y el chiste es quedarse entre uno y
otro, que te rías y después digas ¿pero de que me estoy riendo?. Patético.
S. P. G. La puesta en escena, a
diferencia de lo que plantea el texto, tiene mucha verdad.
B. S. De eso se trata, de la delgada
línea entre la verdad y la mentira, tanto en la puesta en escena como en el
texto mismo.
S. P. G. Como conformas tu elenco, hay
gente de gran trayectoria, como Verónica Langer, jóvenes experimentados como
Alaciel Molas y Leonardo Ortizgris y el gran descubrimiento que es Pedro de
Tavira Egurrola, cuyo talento era inevitable con sendos apellidos.
B. S. El año pasado hice en el CUT Idiotas contemplando la nieve, ahí fue
donde conocí a Pedro de Tavira Egurrola, que se estaba titulando de la escuela
de teatro de la UNAM. Estaba ya pensando montar esta obra, haciendo mi casting,
y de trabajar con él en el CUT el año pasado, decidí darle el personaje
protagónico este año en Tom en la granja.
Con Leonardo he trabajado muchas
veces y tenía muchas ganas de seguir trabajando con él. Alaciel, ya había
trabajado con ella en Odio a los putos
mexicanos y también es una actriz que me gusta muchísimo y tenía ganas de
darle ese personaje, le fascinó la obra desde que la leyó y Verónica Langer se
impuso dentro de las muy buenas actrices mexicanas, creo que está interpretando
maravillosamente el personaje y es la primera vez que trabajamos juntos.
S. P. G. Estrenaste la obra en la
UNAM y afortunadamente se mueve al sistema de teatros del Gobierno del D. F.
B. S. Estar cobijados por la UNAM es
un placer porque la producción se dio muy fácilmente y me da mucho gusto que se
hayan unido el Sistema de Teatros del D. F., la UNAM con la Compañía Los
Endebles para llevar a cabo este proyecto que ahora continúa su temporada en el
Teatro Sergio Magaña.
El teatro es de todos. ¡Asista!
Tom
en la granja se
presenta en el Teatro Sergio Magaña,
Sor Juan Inés de la Cruz 114, Santa María la Ribera, del 3 al 26 de agosto, con
funciones los viernes a las 20:00 horas, los sábados a las 19:00 horas y los
domingos a las 18:00 horas. El costo del boleto es de $117.00 entrada general y
el 50% de descuento a estudiantes, maestros, militares y personas con
credencial del INAPAM.
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